viernes, 1 de julio de 2011

Maha curcumiña.

El rizoma de la planta llamada Cúrcuma longa se utiliza desde tiempo inmemorial para la preparación de un colorante natural bien conocido en la India por médicos, cocineros y peleteros. Nativa de aquél lejano y exótico país donde dicen que Buda mandaba pintar sus túnicas cuando quería andar de amarillo, la cúrcuma vio sus primeros días para ser cultivada por millones de manos campesinas. Quién sabe cómo habrá llegado hasta acá. Tampoco preciso cuál sería la trayectoria geográfica e histórica que la convirtió en especia asiática inmigrante, al participar en los platillos servidos en algunas mesas mexicanas; pero me imagino que debió llegar a estas tierras hará unos 300 años, seguro vía naval, revuelta entre los enseres de algún chino que navegante viajó sobre aquella porción tan grande de agua, que, aunque pueda parecer contradictorio, curiosamente es también la superficie más grande de la tierra, es decir, de la mar que según afirman algunos bautizó Magallanes.

Cúrcuma es el nombre actual de aquella especia amarillo-anaranjada con la que según cuentan los aldeanos el afortunado emperador Asoka se hacia un brebaje milagroso con el que se curaba una hepatitis que le dio a causa de algunas costumbres adolescentescas, rapaces y mundanas, que frenético practicaba en festines tenebrosos donde lo único que reinaba era la ambición y la tristeza. Para evitar las resacas naturales resultantes de sus excesos, hacíase Asoka unas bebidotas dulce-amarillentas que se echaba a la panza a la misma hora en la que el sereno refresca los campos de trigo; aquella bebedizo no solo le resarció velozmente su hígado y riñones de pomada, sino que ademas le quitó la artritis reumatoide y la movilidad le vino de nuevo a todos los dedos de sus manos y a todas las articulaciones de su tullido esqueleto; también le desaparecieron las arrugas que de tanto fumar de una pipa repugnante y asquerosa que guardaba en el cajón de su bureau le habían surcado el rostro dejándole un aspecto avejentado, verdusco-amarillento y fofo.
Muy buena para la salud, se decía el emperador sonriente mientras le daba unos tragos a su bebida, y veía en el espejo de su cocina cómo el color le regresaba al rostro; como rejuveneciéndose más y más en cada trago. Y haciendo así, de puro contento vivió feliz, pues tanta claridad de pensamiento esta actividad le daba, que dejó de perder el tiempo en política, ambiciones, distracciones fatuas, tortura al prójimo y apetitos sombríos;  y así se hizo budista, y se dedicó a cuidar de si mismo y embelleció como cuando vivía en la neutral inocencia de su infancia. Leche milagrosa le nombró al brebaje algún sabio ermitaño en tiempos antediluvianos, y con ese nombré Asoka le conoció de labios de su amada abuela quien se la preparaba cuando niño, cuentan los más ancianos.
Luego pasó el tiempo y se hizo esta bebida muy famosa y ya todo el mundo la conocía y todos querían apropiarse la autoría de su creación, y así le pusieron muchos nombres diferentes en todas partes, unos le decían: elixir lácteo de la eterna juventud,  otros: lechesita divina, y más al este en tierra de gimnosofistas también se le conoció con el nombre de: leche dorada o champurrado del tlacote.
Muchos vasos bebióse Asoka y de ello mil virtudes cosechó, recuperó la gracia, la flexibilidad y la cordura y, el día en que su alma su cuerpo abandonó, lo hizo dejando una sonrisa plena en el semblante de su rostro y con toda facultad de consciencia.

Los ingredientes milenarios y milagrosos de esta legendaria bebida son:

1 vaso grande de leche de soja
1 cucharada generosa de cúrcuma en polvo
1 cucharada de aceite de olivo
1 cucharada de aceite de almendras
3 bolas de pimienta negra molida.

Modo de preparación.
Ha de cocerse la cúrcuma en agua hirviente hasta obtener una pasta espesa. Agregue una cucharada sopera de esta pasta en leche de soja bien caliente, agregue aceite de almendras o de olivo y miel al gusto. Mezcle perfecamente

Disfrútese y saboreese de preferencia en tardes o noches lluviosas y nubladas mientras disfruta del fuego de la chimenea bajo o sobre pieles curtidas de tigre y en compañía de quien más quiera.


Si es bueno para el de enfrente es bueno para uno. Salud.
Sat Nam.

4 comentarios:

blanzu dijo...

Hjalmar me encanta tu redacción que rico parece todo con el toque especial que tu le pones a estas recetas tan llenas de salud y buena onda amigo, aplausos chef yogui!! SatNam. Blanca Zu

La cocina del Yogui dijo...

Gracias Zumárraga... ya se te extraña! Manifiéstate!!! : )

Rebeca Mera dijo...

hola Hjalmar, donde puedo conseguir el aceite de almendra? conseguí la curcuma en raíz, igual la pongo a hervir en agua?? o como sería el proceso para la preparación? gracias

La cocina del Yogui dijo...

Saludos Rebeca... que gusto saber de ti. Dicen los expertos que se puede encontrar en la farmacia París, aunque eso puede ser mas bien un mito.
La cúrcuma debe usarse en polvo!!
Dónde conseguiste la raíz??
Para preparar la curcumiña lee el modo de preparación que viene arriba!! Un abrazo cordial!!